Es lo que ha asegurado Carlos Falcó, marqués de Griñón, que hace muy poco ha estado en el campus onubense de La Rábida, en la Universidad Internacional de Andalucía, en el curso de verano que se ha impartido bajo el nombre «Grandes vinos españoles».

«Estamos entre los tres países que mejores vinos elaboran en el mundo. Pero tenemos un reto milenario al que aún no hemos dado solución. En tiempos de Roma desde nuestras tierras salían el aceite de oliva y el vino que consumían los emperadores. Pero para desgracia nuestra ninguno de estos dos productos tiene el precio que por su calidad merece si los comparamos con los mismos que venden franceses e italianos», ha asegurado Falcó.

Además, insistió en el hecho de la calidad y la gran variedad de vinos españoles. «Basta con echar la vista atrás, cuando hace veinte años solo conocíamos los vinos de Rioja, Ribera del Duero y Jerez. Hoy cualquier región de España elabora vinos de una calidad muy por encima de la media».

Así también lo cree Eusebio Pérez-Pastor, director del curos y general manager de «Wine Revolution», un colectivo que difunde las bondades del vino, que insiste en la idea de que «debemos de acercar el vino al consumidor desde el corazón y la emoción. Hay una mala imagen que nos quiere hacer creer que el vino es una bebida sofisticada y solo para entendidos cuando no es cierto. Hay que eliminar ese falso mito y enseñar el vino desde su potente carga emocional».