Seguramente hayas estado más de una vez en una conversación en la que se ha hablado de vinos y te has quedado callado, o te han dado a elegir entre varios tipos de vino y no has sabido qué diferencia existían para escoger uno u otro.
Si te sientes identificado con estas situaciones, sigue leyendo, porque desde Suárez Toro, tu distribuidor de bebidas en la provincia de Huelva, hoy te damos varias pautas para que las pongas en práctica y seas todo un experto en vino sin tener mucha idea.
¿Cómo distinguir entre un vino joven, crianza y reserva?
Para poderlos distinguir nos tendremos que fijar en varios aspectos como su elaboración, color, aromas y sabor.
– Elaboración: los vinos jóvenes son aquellos que no han estado en barrica y son del mismo año que la botella fue etiquetada. Los crianza sí lo hace, al menos durante un año, en lo que se conoce como crianza oxidativa. Los reservas son aquellos que tienen 24 meses, y al igual que los crianza, tienen que estar un tiempo determinado en botella.
– Color: los vinos jóvenes tienen tonos púrpuras, morados, unos colores muy intensos. A medida que va pasando el tiempo y se van haciendo viejos, este color va cambiando y se vuelve más anaranjado, con tonos marrones, caobas y granates. Si hablamos de reservas, los colores suelen ser aún más claros.
– Aromas: los vinos jóvenes se diferencia rápidamente porque solo tienen dos tipos de aromas: a campo y a lácteos. Los crianzas y los reservas tienen otro tipo de aromas que provienen de la barrica, como puede ser el olor a madera, vainilla, coco, tostados. En el caso de los reservas, estos olores serán más intensos.
– Sabor: los vinos jóvenes tienen un sabor muy afrutado, fresco y ligero, mientras que los crianzas y reservas tienen sabores mucho más complejos.