Hoy os ayudamos a saber identificar un buen vino tinto y así poder acertar en las celebraciones, eventos familiares o simplemente cuando invitas a amigos a una comida especial. Y es que, en los momentos inolvidables el vino siempre forma parte de la mesa.
Para escoger un buen vino tenemos que saber reconocer varias cosas:
- Es importante la temperatura de conservación del vino, que sea constante y esté entre 12 y 16 grados. Y es que, algunos grados por encima o por debajo de lo recomendable modificarán nuestra percepción de los aromas y sabores. Lo mejor sería conservarlo en una bodega y de forma horizontal. Otro dato importante es que los vinos jóvenes deben beberse en el año en que se compran, los crianza durante los 5 siguientes y los reservas pueden conservarse durante unos 10 o 15 años aproximadamente.
- El olor, a través del olfato podemos reconocer un buen vino, la sensación que se percibe procede antes de la nariz que de la boca, el buen vino nos recuerda al aroma que desprende la fruta en su estado avanzado de madurez.
- El color dice mucho de la calidad del vino, los colores del vino tinto son los rojos y violetas, opacos o brillantes.
- El sabor del vino nos tiene que dejar un buen paladar. Aunque podemos identificar cientos de sabores, para nuestro organismo sólo existen los cuatro gustos básicos, que son salado, dulce, amargo y ácido. Cuando probamos un vino hay que mantenerlo en la boca para captar los distintos sabores. Se considera un buen vino aquel en el que no sobresale ningún sabor específico, sino que está equilibrado en su conjunto, dejando un paladar aromático y agradable que se prolonga en el tiempo.
Un vino equilibrado se caracteriza por poseer un aroma, un sabor y un color en consonancia. Si percibimos todas ellas, entonces estarás ante un buen vino.