Hoy os queremos hablar de un maridaje perfecto, la del vino y el queso, ya que está considerada por muchos como una de las mejores combinaciones gastronómicas, eso sí, teniendo unas nociones básicas de estos manjares culinarios.
Llegar a una casa y que te reciban con una tapita de queso y una copita de vino es toda una delicia. Así que, para poder acertar y disfrutar del maridaje del vino y el queso, te vamos a decir tres apectos que tendrás que tener en cuenta sobre el queso para poder elegir el vino ideal para acompañarlo:
- Lo ideal es elegir un queso con un sabor que no supere al del vino, que sea menor o igualar al a éste. Por ejemplo ,un queso suave como un camembert irá perfecto para acompañar un vino ligero y sin mucho cuerpo, mientras que un queso fuerte, como un cabrales, deberemos acompañarlo de un vino con mucho cuerpo y sabor.
- También es importante tener en cuenta el tipo de leche (vaca, oveja, cabra, mezcla…)
- Y por último, el tipo de elaboración y si ha tenido maduración (fresco, semicurado, curado, viejo…). Ten en cuenta que a mayor curación del queso, mayor crianza del vino y por lo tanto mayor cuerpo, y viceversa. Esta regla sirve tanto para blancos como para tintos.
Si te encantan los quesos blandos, debes saber que maridan perfectamente con vinos espumosos, porque las burbujas potencian las buenas sensaciones en boca y ayudan a limpiar el exceso de grasa del queso con la acidez del vino. No obstante, para ayudarte en la elección del queso y el vino, vamos a darte algunas indicaciones que podrás seguir si te apetece.
- El queso parmesano marida muy bien con vinos los tintos jóvenes o blancos suaves.
- El queso fresco encaja mejor con vinos blancos ligeros y secos.
- El queso semicurado es perfecto con el vino blanco seco con cierta crianza.
- El queso curado o muy curado se mezclan a la perfección con vinos de crianza con cuerpo o blancos fermentados en barrica.
- El queso de tetilla, brie… va mejor con vinos jóvenes (blanco o tinto) ligeros y afrutados.
- El queso azul es ideal acompañarlo con un reserva o con vinos olorosos.
- El queso de cabra es una delicia en el paladar con un vino blanco seco y afrutado.
- Y por último, no nos podemos olvidar de los quesos cremosos, que los podemos maridar con algún vino tinto joven afrutado y ligero.