Hoy queremos hablarte de un término que utilizamos mucho en el mundo vinícola, el cuerpo del vino. Con ello, nos referimos a todas esas características, esos matices que utilizamos para describir el sabor del vino y que es un parámetro fundamental que utilizan los profesionales para valorarlo.

CLAVES A TENER EN CUENTA PARA

Para valorar correctamente el cuerpo del vino, queremos dejarte algunas claves que debes tener en cuenta:

• En el vino, no existe un cuerpo bueno o malo por así decirlo. Por ello, utilizamos expresiones, como buen cuerpo, mucho cuerpo, cuerpo ligero, cuerpo medio…El cuerpo va en función de lo que el vino quiere expresar. Por ejemplo, podemos elaborar vinos con cuerpo que mariden con ciertos alimentos, como las carnes o el pescado, o podemos expresar el carácter del terruño con vinos de cuerpo más ligeros.
• Cuando nos sirven el vino en copa ya podemos ver su cuerpo en esta primera fase visual. Ten en cuenta que aquellos vinos con cuerpos ligeros será muy transparentes mientras que los que tienen más cuerpo será más oscuros y densos.
• Otro aspecto clave para valorar el cuerpo del vino es si se ha utilizado la madera en su fermentación o su crianza, y es que la densidad o el cuerpo será mayor si se ha utilizado.
• No debemos comparar el cuerpo de un vino joven y un crianza, ya que son sencillamente vinos muy diferentes y no tendría sentido.
• Ten cuidado si quieres apreciar el cuerpo del vino después de haberlo mezclado con alimentos, ya que el maridaje puede llegar a influir en su percepción y cambiar las sensaciones relacionadas con la valoración del cuerpo.