Seguramente hayas vivido alguna situación un tanto incómoda en algún restaurante cuando te han presentado el vino antes de servirlo y no has sabido exactamente qué hacer. Por ello, hoy queremos hablarte de esas reglas que se siguen en el servicio del vino, que en realidad son muy sencillas. Así, ya no tendrás ningún temor cuando pidas una copa de vino en un restaurante.
Comprobar la etiqueta
Cuando hemos elegido el tipo de vino que queremos tomar, lo más habitual es que traigan la botella para comprobar la etiqueta y asegurarnos de que nos sirve el vino que hemos elegido. Este paso es conveniente sobre todo cuando el vino que hemos seleccionado es bastante caro, así que os recomendamos que echéis un vistazo a la etiqueta.
El corcho
Cuando el restaurante te presenta el corcho de la botella, lo que te están pidiendo es que lo tomes y lo huelas. Aquí podemos comprobar si el vino está picado, ya que cuando esto sucede, este defecto se detecta sin problema en el corcho. Fíjate bien en él, si está muy húmedo, quizás el vino tiene algún problema, o si el corcho huele a humedad. Por ello, si el olor del corcho es extraño, te recomendamos que no tengas vergüenza y preguntes si es el vino correcto para tomarlo.
La prueba del vino
Lo más habitual es que en un restaurante te den a probar el vino antes de servirlo. Al probar un vino no hay que pensar en si el vino gusta o no. Si no gusta y se está dispuesto a pedir otro, perfecto, pide un cambio (el restaurante estará encantado de cobrar por otra botella). Pero, debes tener en cuenta que lo que realmente se busca es algún defecto, del mismo tipo finalmente de los que se podría encontrar en el caso del corcho.
Como recomendación, cuando te den a probar un vino, le des unas pocas vueltas en la copa para así olerlo bien una vez el vino se oxigene, y que si no detectas nada raro hagas un gesto con la cabeza o digas que está bien.