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El proceso de elaboración del vino tinto

El proceso de elaboración del vino tinto

Hoy, en el blog de Suárez Toro, tu distribuidor de bebidas en el condado de Huelva, queremos mostrarte todos los pasos que se llevan a cabo para la elaboración del vino, desde la vendimia hasta que es embotellado y está listo para servir.

Como todos sabemos, la elaboración del vino es un proceso milenario, y seguimos  empleando los mismos métodos de nuestros antepasados, donde todo gira en torno a la fermentación del zumo de la uva.

La vendimia

La vendimia es la cosecha de la uva, que tiene lugar entre los meses de septiembre y octubre. Su recogida dependerá del estado idóneo de maduración que presente, de esta manera se garantiza un vino de calidad. Tras seleccionar los mejores racimos, comienza su procesamiento. Aquí se lleva a cabo el despalillado/estrujado de los racimos.

Despalillado

En este paso se separan las uvas del resto del racimo, para evitar los sabores y aromas amargos que pueden aportar las ramas al mosto durante la posterior maceración.

vino

Estrujado

En el estrujado, los granos de uva son estrujados por una máquina para que se rompa la piel de la uva, conocida como hollejo. Aquí se extrae gran parte del mosto del interior de la fruta, facilitando el siguiente proceso de maceración.

Maceración y fermentación alcohólica

Durante unos días, el mosto se mantiene a temperatura controlada macerando. Es una de las partes más importantes, ya que, además de permitir la fermentación, el mosto adquiere su color y otras características.

Más tarde comienza el proceso de fermentación, por el que el azúcar de las uvas se transforma en alcohol etílico. Aquí se produce un burbujeo, que arrastra hacia la superficie del mosto las partes sólidas de la mezcla, creándose el famoso sombrero, compuesto por hollejos, pulpa y pepitas.

Para hacer que todo esté en contacto, se llevan a cabo las labores de remontado: extraer el mosto por la parte inferior del depósito e introducirlo nuevamente por arriba, y también las de bazuqueo: romper el sombrero con una vara o bazuqueador. De esta manera, los hollejos transfieren ciertas propiedades al vino.

Después de este proceso, que dura entre 10 y 14 días, llega el momento del descube, por el que se transfiere el líquido a otro depósito.

Prensado

Con el prensado se consigue extraer todo el líquido acumulado en el producto sólido de la fermentación, obteniendo el vino de prensa, rico en aromas y taninos, que no se mezcla con el obtenido en el descube. Los restos sólidos que resultan del prensado se emplean como subproducto en la elaboración de orujos y otros productos.

Fermentación maloláctica

Nuevamente, se realiza otro proceso de fermentación para rebajar el carácter ácido del vino y lo hace mucho más agradable para su consumo.

Crianza

Ahora llega el turno de la crianza, otro de los puntos de mayor importancia en la elaboración de un vino. El vino se introduce en barricas de roble, donde la madera juega también un papel importante, ya que modifican el carácter del vino.

Aquí es cuando el vino adquiere sus notas aromáticas e irá evolucionando y desarrollando sus características.

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Trasiego

Es el proceso por el que el vino se cambia varias veces de recipiente, para eliminar los sedimentos sólidos y de airear el vino.

Clarificación

Con ello se arrastran las impurezas suspendidas en el vino hacia el fondo de la barrica.

Embotellado

Y por último, el vino es embotellado, donde tendrá lugar una segunda fase de maduración. Aquí el vino podrá estabilizarse y su aromas y propiedades encuentre un punto de equilibrio y armonía.

En función de los tiempos de crianza, estaremos hablando de un vino crianza, reserva o gran reserva.

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